La décimo primera edición del Curso de cultura medieval Incipit 2024, se celebró entre los meses de febrero y marzo, como es habitual en el salón de conferencias del Museo de Navarra, con el título: Vivir el espacio sacro: arte, ritos y liturgias / Espazio sakratua bizitzea: artea, erituak eta liturgiak.
El curso ha pretendido abordar la evolución de las distintas liturgias en su relación con la dramatización y la configuración de los espacios arquitectónicos. Si bien el tema nos parecía muy interesante, también resultaba arriesgado porque, ¿a quién puede interesarle la liturgia, y menos la medieval? Pero la iniciativa ha tenido buena respuesta de público y el salón presentaba un gran aspecto, completando n tres cuartos de su aforo.
Los cuatro ponentes han sido, como es habitual en estos cursos, de primerísimo nivel: Ángel Pazos López, autor del libro Imágenes de la liturgia medieval (2023), Eduardo Carrero, autor de La catedral habitada. Historia viva de un espacio arquitectónico (2019), además de dos investigadoras ya conocidas por nosotros y muy estimadas por su rigor y cercanía, como son Clara Fernández Ladreda y Ana Ulargui Palacios.
Las intervenciones de Ángel Pazos López resultaron muy interesantes y permitieron abordar un buen número de conceptos. Planteó que, desde una visión teológica cristiana la liturgia tiene un carácter de trascendencia, de relación con dios, que mediante los sacramentos otorga gracia para la salvación del alma, y lleva al creyente a una realidad que está más allá de la suya propia y actual. Describió una gran diversidad de liturgias cristianas en la Edad Media, y el esfuerzo del papado romano para estandarizarlas apoyándose en la orden de Cluny. Revisó distintos “programas visuales” de la eucaristía, los iniciales, la misa de San Clemente, la de San Basilio…
La profesora Clara Fdz-Ladreda Aguadé, abordó en su intervención la distribución de espacios en la arquitectura sacra del arte asturiano: santuario, coro y nave, y sus distintas características ajustadas a su finalidad.
La profesora Ana Ulargui Palacios realizó un repaso por la iconografía del siglo X en el Reino de Pamplona, ya que la constitución de la dinastía Jimeno, y su extensión hacia zonas más ricas, hizo que se necesitaran objetos litúrgicos que le dieran solemnidad y empaque: altares, cálices, cruces, beatos…
Por último, Eduardo Carrero Santamaría, en la última sesión, intentó responder a la pregunta de para qué sirven los templos, su articulación espacial en relación a las liturgias que se celebran, y también la importancia de la ambientación. Así como hoy vemos las iglesias desnudas, como salones vacíos, en la Edad Media se subrayaban los aspectos dramatizados y sensoriales en la celebración de las liturgias sacramentales, con especial mención a lo procesional.
